09 Mensaje del cielo para mis hermanos Evangélicos

Introducción

Nuestro viaje comienza con una cita de Jeremías 6:16: “Así dijo el Señor: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestras almas.” Este versículo nos recuerda la importancia de buscar las sendas antiguas, el camino que Dios ha marcado desde tiempos remotos. Las Escrituras nos instan a seguir estas sendas, porque en ellas encontramos la verdadera paz espiritual.

Permanencia de la Palabra de Dios

La Palabra de Dios es eterna y permanece inmutable a lo largo de los siglos. En Isaías 59:21 leemos: “Y este será mi pacto con ellos, dijo el Señor: Mi espíritu que está sobre ti, y mis palabras que he puesto en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tu descendencia, ni de la boca de la descendencia de tu descendencia, dijo el Señor, desde ahora y para siempre.” Esto demuestra que las palabras de Dios son eternas y nunca caducan.

Escudriñando las Escrituras

El Señor Jesucristo nos exhorta a escudriñar las Escrituras en Juan 5:39: “Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.” Este llamado a explorar las Escrituras es esencial para nuestro crecimiento espiritual, y nos muestra que el Antiguo Testamento sigue siendo relevante para nosotros hoy.

Advertencia contra la Apostasía

La Biblia nos advierte contra la apostasía, un alejamiento de la fe verdadera. En 2 Tesalonicenses 2:3-4, el apóstol Pablo nos advierte sobre la llegada de la apostasía: “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición.” Esto nos recuerda que debemos estar atentos y no desviarnos de la fe genuina.

La Profecía de Daniel

El profeta Daniel también profetizó sobre la apostasía. En Daniel 7:25, leemos: “Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley.” Esta profecía nos da un vistazo de cómo la apostasía se infiltraría en la iglesia y cambiaría las enseñanzas originales.

Perseverancia de los Valdenses

En medio de la apostasía, algunos se mantuvieron firmes en su fe, como los Valdenses. Estos valientes creyentes se mantuvieron fieles a las sendas antiguas, incluso cuando la mayoría se apartó. Durante un tiempo específico, representado por 1260 días (que equivalen a tres años y medio), la iglesia fue mantenida en el desierto por el Señor, lejos de las influencias de la apostasía

El Día del Señor y los Cambios en la Cristiandad

Continuando con nuestra historia de la transformación del día de reposo, observamos que a lo largo de los siglos, varios cambios y modificaciones se realizaron en la religión cristiana, lo que llevó a la transición del sábado al domingo como el día de descanso principal. Estos cambios tienen raíces en la historia y en la influencia de diversas corrientes de pensamiento.

El Edicto de Constantino y la Transición al Domingo

Uno de los momentos clave en este proceso fue el edicto de Constantino en el año 321. Constantino, el primer emperador romano que se convirtió al cristianismo, promulgó este edicto que establecía el domingo como un día de descanso obligatorio, en lugar del sábado. Esto marcó un cambio importante, ya que anteriormente los cristianos observaban el sábado como su día de reposo, siguiendo la tradición judía.

Constantino, que también tenía influencias de la religión babilónica, favoreció el culto al sol y nombró al domingo como el “día del Sol”, lo que llevó a la veneración del sol como una deidad. Su edicto fue un hito en la transición del día de reposo al domingo, y los cristianos, agradecidos por la liberación de la persecución religiosa, comenzaron a adoptar el domingo como su día sagrado.

Los Concilios y la Apostasía

Posteriormente, en el año 367, en otro concilio de líderes cristianos, se declaró el sábado como un día de trabajo y el domingo como un día de reposo obligatorio. Este cambio marcó un desvío significativo de la observancia original del sábado como el día del Señor. La apostasía y los cambios en las doctrinas se hicieron evidentes a medida que más líderes cristianos adoptaron estas reformas.

Aquellos que se negaron a aceptar estos cambios, y se apegaron a la observancia original del sábado, fueron perseguidos, cumpliendo así la profecía de Apocalipsis 12:17, que hablaba de una persecución contra aquellos que guardaban los mandamientos de Dios y tenían testimonio de Jesucristo.

La Reforma y la Controversia en los Días Sagrados

A lo largo de los siglos, varios intentos de reforma se llevaron a cabo dentro de la Iglesia, pero no se logró una reforma completa. La Reforma Protestante en el siglo XVI fue un intento de corregir algunas de las prácticas erróneas dentro de la Iglesia, pero ciertas doctrinas, incluida la observancia del domingo, se mantuvieron sin cambios.

Continuación de la Apostasía y Cambios Posteriores

A pesar de las reformas y movimientos dentro de la Iglesia, la transición del sábado al domingo como el día de reposo predominante continuó. Esta transformación fue parte de un plan a largo plazo para cambiar las doctrinas y prácticas religiosas. Se han producido alteraciones en la interpretación de las Escrituras y en las prácticas religiosas, y estos cambios persisten hasta el día de hoy.

La historia de la transición del sábado al domingo es un ejemplo de cómo las prácticas religiosas pueden cambiar con el tiempo y cómo las influencias culturales y políticas pueden afectar estas transformaciones. Para aquellos interesados en mantener la observancia original del sábado como el día del Señor, es importante comprender la historia detrás de estos cambios y considerar cuál es la mejor forma de honrar sus creencias religiosas.

Conclusión

El mensaje del cielo para los hermanos Evangélicos es claro: busquemos las sendas antiguas, escudriñemos las Escrituras, estemos alerta contra la apostasía y perseveremos en la fe como los Valdenses. A través de la fidelidad a la Palabra de Dios y la búsqueda constante de la verdad, encontraremos el camino hacia la paz espiritual y la verdadera fe.

En estos tiempos desafiantes, recordemos siempre las palabras de Jeremías 6:16 y sigamos las sendas antiguas que nos guían hacia Dios y Su verdad eterna. El mensaje del cielo nos llama a permanecer fieles a la fe que ha perdurado a lo largo de los siglos, sin ceder a las influencias de la apostasía. Mantengamos nuestras raíces en la Palabra de Dios y caminemos con confianza en las sendas antiguas que nos llevan a la verdadera vida eterna.

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