Un día, estando Mathusalem sentado con sus amigos, narrándoles las grandes anécdotas de su vida, se siente el hombre más importante del mundo; pues a sus 849 años de edad es el hombre más longevo de todos, y es considerado como un hombre venerable y digno de respeto, lo cual es para él motivo de satisfacción y de orgullo; en ese momento llega su nieto Noé:

— Buenos días, abuelo, ¿Cómo está?

— Bien, hijo, pasa a sentarte para que oigas cómo vencí al dragón de las mil cabezas

— Sí, abuelo gracias; le traigo una noticia

— ¿Una noticia? ¿Qué puede haber de nuevo en el mundo que yo no lo sepa?; Si hubiera algo nuevo yo sería el primero en saberlo, y hasta ahora no he visto que algo haya cambiado, todo está igual que al principio

— Pero hay algo que sí ha cambiado, abuelo: el pecado

— ¿El pecado? No m’hijo, pecado siempre ha habido, si yo te platicara, desde antes de que tú nacieras; tú no lo sabes porque eres muy joven; no creas que porque ya tienes 480 años, con eso ya vas a saberlo todo; no m’hijo, se necesita vivir más tiempo; ¿Qué puedes saber tú que yo no lo sepa? Para mí tú acabas de nacer

— Anoche tuve una revelación de parte de Dios, me dijo que como el pecado se ha multiplicado mucho, él va a exterminar a todo el género humano por medio de un diluvio dentro de 120 años

— ¿Diluvio has dicho? Has de haber soñado, Noé; en toda mi vida nunca he visto caer del cielo ni una sola gota de agua; ¿La has visto tú? ¿O alguno de ustedes?, No m’hijo, tú qué me vas a enseñar a mí, mira estas canas, no de ‘embalde’ me han salido (En aquel tiempo no llovía, el suelo se humedecía por un vapor que subía de la tierra)

— Pero es cierto, abuelo; también me dijo que construyera una enorme arca de madera para que se salvaran todas las especies animales

— ¿Una arca? ¿Aquí en el Pueblo? Eso es lo más absurdo que he escuchado en toda mi vida; por lo visto que tú todavía no sabes distinguir entre una revelación y un sueño, te estás dejando llevar por tus ansias de publicidad; pero te advierto que no se te vaya a ocurrir comenzar a construir esa arca, Noé; serías el hazmerreir de todos, y de paso desprestigiarías a toda nuestra familia

— Lo siento abuelo, pero tengo qué hacerla, Dios me lo ha ordenado, me voy

— Nos vas a poner en ridículo a todos, chamaco obstinado, te voy a acusar con tu padre, malcriado, no respetas a tus mayores; ya se fue, tendré que hablar con Lamech; ahorita vengo amigos, para acabar de contarles la historia del dragón de las mil cabezas

— Sí, Math, no te preocupes; de todos modos ya nos has contado esa historia muchas veces

EN CASA DE LAMECH…

— Lamech, te traigo una queja muy grave de tu hijo

— ¿Se refiere a Noé, papá?

— Sí, es un grosero, irrespetuoso de sus mayores; me fue a gritar insolencias delante de mis amigos

— Esa es una acusación muy grave, papá

— Y no solo eso, lo peor de todo es que se cree un iluminado; dice que Dios le habló, y que va a hacer una enorme arca de madera; ¿Te imaginas el escándalo que va a armar? Y todo por su necio afán de hacerse famoso; tienes que detenerlo, Lamech; eso es una locura

— Bueno, si se trata de eso, padre; yo sí creo que Dios le habló a Noé, y que va a haber un diluvio, y que debemos prepararnos para ese gran evento

— ¿Queeé? ¿También tú estás trastornado? Esa es una idea descabellada; ¿Cuándo has visto que llueva siquiera una sola gota de agua? ¡CONTESTA!

— No, en realidad nunca lo he visto, pero si Dios lo dice, entonces es cierto, y yo sí lo creo

— ¿Y quién te asegura que es cierto eso de que Dios le habló a Noé? Ni que fuera un santo; para mí que es un farsante

— Yo tampoco lo creía, padre; pero al ver tanta maldad, pienso que Dios no puede estar de acuerdo con tanto pecado, y por lo tanto sí creo que él va a intervenir para poner fin a todo lo malo

— ¡Pamplinas! Con ustedes no se puede hablar, se ve que se pusieron de acuerdo, adiós

— A Dios lo encomiendo papá

115 AÑOS DESPUÉS MUERE LAMECH CREYENDO FIELMENTE EN DIOS; Y 5 AÑOS DESPUÉS

–Abuelo, vengo a avisarle por última vez que se venga con nosotros al arca; ya va a empezar el diluvio

–¿Diluvio? ¿Qué les parece amigos? Va a haber un gran diluvio y todo se va a llenar de agua ¿Verdad Noé? ¡JA! ¡JA! ¡JA!

— Sí, los que quieran salvarse, pueden entrar al arca, ya está terminada

— Ahí vamos ahorita, Noé, ‘nomás’ que empiece a llover ¡JA! ¡JA! ¡JA!

— Déjanos la puerta abierta para entrar corriendo ¡JA! ¡JA! ¡JA!

— Mejor siéntate con nosotros para que escuches la historia del dragón de las mil cabezas ¡JA! ¡JA! ¡JA!

— Que Dios los bendiga a todos

— Y a ti también, Noé ¡JA! ¡JA! ¡JA!

MINUTOS DESPUÉS

—Oye Math, mira cómo se está nublando el cielo, ¿Por qué será?

—Es por el humo que se junta con el vapor ambiental

—¿Y esos truenos, de qué serán?

— Son descargas eléctricas de las capas atmosféricas

— ¿Vieron eso? Era como un relámpago

— Es la filtración de los rayos infrarrojos y ultravioleta del sol

— Miren, me cayó una gota de agua, ¿Por qué sería?

— Es por la condensación del vapor por los cambios de temperatura

— A mí también me cayó una gota de agua

— A mí también, y ya están cayendo muchas

— Está tronando el cielo y relampagueando

— ¿Qué está ocurriendo, Math? Ya me está dando miedo

— …Es por… es por… no es posible… está lloviendo…

— ¡Está lloviendo mucho!

— ¡¡¡ES EL DILUVIO!!!

— ¡Tenía razón Noé!

— ¡Está lloviendo muy fuerte!

— ¡Nos ahogaremos!

— ¡Vamos al arca!

— ¡Vamos con Noé, pronto!

— ¡Noé! ¡Noé! ¡Hijito!, ¡Ya vine! ¡Te dije que me tuvieras la puerta abierta! ¡Ábreme pronto!

— ¡La tenía abierta, abuelo, pero se cerró y no se puede abrir!

— ¡Trata de abrirla! ¡Pronto que está lloviendo mucho!

— ¡No se puede! ¡Está trabada!

— ¡Ábreme Noé! ¡Te juro que desde ahora creeré en todo lo que me digas!

— ¡Ábrenos Noé! ¡Te prometemos que ya no nos volveremos a burlar de ti nunca!

— ¡Me ahogo!

— ¡Auxilio!

— ¡Aaayyy!

DIOS LE BENDIGA.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Recuerda ¡Cristo te ama!

Llámanos o completa el siguiente formulario y nos pondremos en contacto contigo. Nos esforzamos por responder todas las consultas a la brevedad.