08 Mensaje del cielo para los amados Testigos de Jehová

Introducción

Un punto clave de discusión se centra en la deidad de Jesucristo. La Biblia es la fuente principal para la enseñanza de los Testigos de Jehová, y su traducción, conocida como la “Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras,” ha suscitado algunas controversias debido a cómo maneja los nombres y títulos divinos.

La Deidad de Jesucristo

Uno de los versículos más citados y fundamentales sobre la deidad de Jesucristo se encuentra en el Evangelio de Juan, en el capítulo 1, versículo 1, que dice: “En el principio era el Verbo y el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios.” Aquí, se afirma claramente la deidad de Jesucristo.

Sin embargo, en la “Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras,” se ha modificado este versículo, escribiendo “un dios” con “d” minúscula para referirse a Jesucristo. Esta modificación es una fuente de controversia entre los Testigos de Jehová y otras comunidades cristianas.

Las Implicaciones de la Modificación

Esta modificación no es una cuestión trivial. Cambiar la “d” mayúscula a minúscula cuando se refiere a Jesucristo tiene serias implicaciones teológicas. Al utilizar la misma palabra que se usa para “dioses falsos” en lugar de “Dios,” se compara a Jesucristo con seres no divinos, lo que contradice las creencias cristianas tradicionales.

La Biblia advierte en Apocalipsis 22:18: “Porque yo protesto a cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro.” Esta advertencia nos muestra la gravedad de alterar las Escrituras y cambiar su significado.

Amor y Adoración a Jesucristo

Jesucristo, en la fe cristiana, es el Hijo de Dios y merece amor, adoración y obediencia. Los Testigos de Jehová deben entender que el mandato divino es adorar y reconocer a Jesucristo como Dios, ya que él aceptó ser llamado “Señor” y “Dios” en varios pasajes de la Biblia.

El respeto y adoración a Jesucristo no solo es un deber, sino también una muestra de obediencia al mandato divino. El hecho de que Jesucristo sea adorado por los ángeles y mencionado como “Señor” y “Dios” en la Biblia debería ser suficiente para reforzar la importancia de su deidad y divinidad.

Conclusión

El mensaje del cielo para los amados Testigos de Jehová es claro: Jesucristo es Dios y merece ser adorado como tal. Las modificaciones en la traducción de la Biblia no deben cambiar esta verdad fundamental. Es fundamental que los creyentes comprendan la deidad de Jesucristo y obedezcan el mandato divino de adorarlo. Al hacerlo, encontrarán una mayor comprensión de la verdad espiritual y una relación más profunda con Dios.

Mantener una mente abierta y discutir estas diferencias con amor y respeto puede ayudar a aclarar malentendidos y permitir una comprensión más profunda de la fe. Dios es amor, y nuestro deseo debe ser amarlo y adorarlo de la manera que Él lo ha establecido.

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