—- Inocente, Inocente, ábreme

—- Sí, voy; ah eres tú, Astuto, oí la voz de mi Papá

—- Bueno, sé imitar algunas voces

—- ¿Qué haces aquí? Supe que mi Papá te quitó de mayordomo por abuso de confianza

—- Vine a despedirme de ti, Inocente, siempre te estimé mucho; pero déjame entrar, por favor

—- Bueno, pero ‘nomás’ un ratito, porque  mi Papá me prohibió hablar contigo

—- ¿Sabes qué, Inocente? Que me das lástima

—- ¿Lástima yo? ¿Por qué?

—- Porque no eres feliz

—- Te equivocas, Astuto, sí soy feliz

—- No, Inocente, nadie puede ser feliz sin libertad, aquí encerrado siempre, como un preso; a mí todo esto me asfixia

—- No estoy encerrado, Astuto; siempre ando recorriendo la Campiña, que es muy grande, y en ocasiones, mi Papá me lleva juntamente con Mamá y mis hermanos a pasear lejos de aquí

—- No me refiero a eso, Inocente; sino a la libertad que anhela todo hombre, de desprenderse de la tutela de sus Padres, y de valerse por sí mismo; de salir a viajar por el mundo, conocer muchos lugares, tener muchos amigos y amigas; en fin: de realizarse a sí mismo; y tú ya eres un hombre

—- Bueno… no había pensado en eso

—- Yo ahorita me voy a recorrer el mundo, a contemplar el encanto de un amanecer sobre las aguas, el melancólico atardecer en las montañas, a admirar las noches tachonadas de estrellas en alta mar, a oír el canto del ruiseñor y el murmullo de las fuentes; qué lástima que tú no puedas venir conmigo

—- ¡Qué hermoso!, me gustaría ir contigo

—- Huy, pero si lo haces, es seguro que te regaña tu Papá, ya ves cómo es él

—- Sí, pero yo ya estoy bastante grandecito como para tomar una decisión por mí mismo, sin tener que estar pidiendo permiso

—- Bien dicho, Inocente; así se habla, vámonos

—- Le dejaré una nota a mi Papá:

PAPÁ, YA ESTOY CANSADO DE VIVIR AQUÍ, ME VOY CON ASTUTO, HE DESCUBIERTO QUE ÉL ES UN GRAN AMIGO, ÉL ME LLEVARÁ A CONOCER EL MUNDO, NO ME BUSQUES, HASTA NUNCA

—- Vente por aquí, sígueme

—- Sí, aquí voy, está muy obscuro

…Y DESPUÉS DE CAMINAR TODA LA NOCHE…

—- Ya llegamos, Inocente, aquí será tu nuevo hogar

—- Uf, que bueno, ya era hora, estoy muy cansado y quiero descansar; ¿Dónde está el nuevo hogar

—- Pues aquí donde estamos; ¿Te gusta? Se llama “El Valle de las Sombras”

—- Pero esto más bien parece una barranca, y está muy obscuro

—- Así es, pero ya te acostumbrarás a la obscuridad

—- Pero tú me dijiste que me llevarías a conocer lugares muy hermosos y a recorrer el mundo

—- ¿Eso dije?, perdón, seguramente estaba distraído

—- Entonces me engañaste, Astuto, ¡ME ENGAÑASTE!

—- Bueno, de alguna manera tenía que cobrarme lo que tu Padre me hizo, ¿No crees?

—- Eres un vil, no sé cómo pude creerte y dejar a mi Padre; me volveré a él

—- Para tu información, Inocente, estás en un laberinto obscuro del que jamás podrás salir, pero si quieres intentarlo, hazlo, yo aquí te espero

—- Claro que lo intentaré, me voy

…MUCHAS HORAS DESPUÉS…

—- Te ves fatigado, Inocente

—- Astuto, ¿Qué haces aquí?, Creí que te habías quedado lejos

—- Yo estoy en el mismo lugar, Inocente; tú eres el que has andado dando vueltas, ya has pasado por aquí siete veces

—- … Oh… estoy desfalleciente… ¡uf!…

—- Nunca más podrás levantarte, Inocente; mi venganza será cruel

—- …Tengo sed… dame agua…

—- ¿Agua?, la única agua que hay aquí es la de los charcos, mira, ahí hay uno

—- ¡Uf!, esta agua está corrompida

—- Cuánto lo siento, Inocente , deveras

—- Eres un sádico, Astuto, pero mi Papá enviará a alguien a buscarme, y entonces recibirás tu merecido

—- ¿Tu Papá? ¿Acaso no le dejaste una nota diciendo que no te buscara?

—- Oh, es cierto, fui un necio, estoy perdido

… PERO UN DÍA…

—- ¡INOCENTE!, ¡INOCENTE!, ¿ESTÁS ALLÍ?

—- Oh, es la voz de Emmanuel, me llama; ¿Lo ves, Astuto?, mi Padre envió a mi hermano mayor a buscarme

—- Maldición, es él; no hagas ruido, no nos encontrará

—- ¡SUÉLTAME!, ¡SUÉLTAME!, ¡EMM…mfp…

—- Ah, allí estás; ¿Qué pasa?, ah eres tú, Astuto; ¡SUÉLTALO INMEDIATAMENTE!

—- ¡EMMANUE!, SI DAS UN PASO MÁS, LO MATO CON ESTE PUÑAL!

—- ¡NO LO HARÁS!

—- Claro que lo haré, juré vengarme de tu Padre, y lo haré

—- Si quieres vengarte de mi Padre, mátame a mí, pero a él déjalo libre

—- Mm… no es mala idea, pero júrame que no te defenderás

—- Está bien, no me defenderé, pero esperaré hasta que se vaya; quiero estar seguro de que se irá

—- No, Emmanuel, no lo hagas; mejor déjame aquí; yo merezco esto por desobediente

—- No, Inocente; nuestros Padres han llorado mucho desde que los dejaste; les prometí rescatarte, no puedo volver sin ti

—- ¡Basta ya!, ¡¿Quién se va y quién se queda?!

—- Vete, Inocente; llévate mi morral de provisiones, corre hacia la derecha, hacia allá, no te detengas hasta llegar, y di a nuestros Padres que les amo

—- Sí, Emmanuel, gracias por salvarme, Dios te bendiga

—- Y AHORA TÚ ME PAGARÁS TODO LO QUE TU PADRE ME HIZO; ¡¡¡MUERE!!!   

Amigo Lector, tú fuiste Inocente, y el Diablo Astuto te llevó al abismo de maldad; pero Cristo Emmanuel vino a rescatarte muriendo por ti; no permitas que su muerte quede en vano; escapa del Reino de las Tinieblas y ve hacia la LUZ, donde te esperan los brazos amorosos del PADRE CELESTIAL.

DIOS LE BENDIGA.

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